Lagos que reposan uno sobre el otro. Imagen de lo sereno.
Un lago se evapora hacia arriba y así paulatinamente se agota. Pero cuando dos lagos se enlazan no será fácil que se agoten, pues uno enriquece al otro.
Sea cual sea la situación, podemos hacerle frente con ecuanimidad. La desesperación, el abatimiento, el desánimo, el agobio no van a cambiarla sino por el contrario empeorarla aún más.
Por eso el empleo de la alegría no significa euforia o eludir los problemas o hacer que un hecho degenere en algo indomable, sino una actitud en que adentro reine la firmeza y la fuerza que se vuelcan hacia el exterior con dulzura y suavidad.
Mantener la alegría se funda en dos trazos fuertes en el interior que se manifiestan por mediación de la blandura.




