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lunes, 2 de mayo de 2011

Angustia


 Cuando llegan los períodos tan difíciles para todos, los que dan la sensación de vacío, de soledad absoluta, de descontrol emocional yo siempre pienso en el Sol. El centro, el que da vida a todo un sistema ¿Y quién repara en eso? Se lo considera como un objeto más: el que me da calor, el que me quema, el que me broncea y… pensar que lo es todo. El poder. Y sigue sin parar en sus permanentes explosiones para crear la energía necesaria al resto. La central. Callado, haciendo, sin plantearse nada.

Recuerda y tú lo sabes muy bien que un proceso de angustia siempre provoca cambios completos en nuestra vida, la vida que nosotros elaboramos y que evidentemente no es lo adecuado. Conductas desacertadas que hemos ido repitiendo, que se fueron automatizando. La angustia es lo que excita la chispa para crear grandes giros a eso. Quizás la necesitemos para empezar un nuevo principio ante algo que se va quedando en cenizas.